– El político necesita apelar a sus valores y mejorar virtudes para construir una marca sólida, y no pretender transformar al sujeto político restándole elementos de su propia naturaleza.
– El branding político va más allá de la imagen que se refleja en sus diferentes elementos de composición, también hablamos de todos los intangibles, que van desde el discurso hasta la ejecución de la propias políticas públicas. Es un todo de fondo y forma.
– En adelante, los ciudadanos – con sus diferentes necesidades- tendrán mayor foco en las propuestas de los candidatos, pues, en tiempos difíciles, han surgido una variedad de requerimientos insatisfechos que esperan ser atendidos. Y la mentira nunca suma.
– Un manejo estratégico de las Redes Sociales y una escucha activa al ciudadano que interactua, será clave para reforzar la comunicación.
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